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VII ENCUENTRO NACIONAL DE PROGRAMAS UNIVERSITARIOS PARA MAYORES – El Escorial

  • Fecha Inicio: 02/10/2003
  • Fecha Fin: 02/10/2003
  • Ciudad: El Escorial (Madrid)

Localidad: El Escorial (Madrid)
Fecha: 02/10/2003
Organización: El Escorial (Madrid)

Asistentes

Contenido
TEMAS A TRATAR

* Enmarcar la formación universitaria de las personas mayores en las políticas sociales y educativas de las diferentes administraciones públicas.
* Establecer las bases que faciliten la regulación de las políticas educativas de la formación de las personas mayores en la Universidad.
* Fijar el marco de colaboración de los Servicios Sociales de las distintas Administraciones Públicas y otras Instituciones Sociales en la formación universitaria de las personas mayores.
* Sentar las bases de una financiación estable de la formación universitaria para personas mayores.
* Concretar cauces de colaboración de las personas mayores a través de su proyección social.

CONCLUSIONES

Un importante aspecto a destacar entre las conclusiones de este Encuentro ha sido la idea de la participación de las personas mayores en la sociedad como una necesidad para la continuidad de su desarrollo personal y su máxima integración social en el marco de la formación a lo largo de toda la vida y del aprendizaje permanente.

Las conclusiones que se presentan a continuación han sido obtenidas a través de dos cauces de participación dentro del Encuentro. Por un lado, la participación de los asistentes en las Secciones en las que se defendieron las comunicaciones presentadas; por otro, las que se propusieron en la Sesión Plenaria del Encuentro.

Las comunicaciones presentadas en el VII Encuentro Nacional se agruparon en torno a tres Secciones que han aportado las siguientes conclusiones:

Primera Sección: Políticas sociales, educativas y otros aspectos de la formación universitaria para las personas mayores.

Las conclusiones aportadas en esta Sección han sido las siguientes:

1. Los Programas Universitarios para Mayores deberán ser primariamente realizaciones de carácter educativo, tanto en los aspectos de docencia como de investigación, aunque es necesario reconocer sus repercusiones e implicaciones en la esfera de lo social y sanitario.
2. Del enunciado anterior se desprenden las siguientes puntualizaciones:
1. Que las Administraciones Educativas, nacional y autonómicas, tomen en consideración a los Programas Universitarios para Mayores confiriéndoles reconocimiento oficial.
2. Que cada universidad incorpore expresamente este punto en sus Estatutos y en su ordenamiento jurídico.
c) No obstante lo anterior, las instituciones sociales y sanitarias deberían asumir de modo complementario una función de colaboración con las administraciones educativas.
3. Es necesaria una adecuada coordinación en este tema entre las distintas administraciones.
4. Dado que la formación a lo largo de toda la vida es una realidad teóricamente asumida en nuestra sociedad, resulta totalmente necesario que las diferentes administraciones expliciten sus prioridades sobre este particular y, por consiguiente, que la financiación sea una consecuencia de tales prioridades.
5. Se propone iniciar negociaciones entre las instancias implicadas en los Programas Universitarios para Mayores (Administraciones Estatal, Autonómica, Universidades y Asociaciones tanto de Programas Universitarios como de alumnos y antiguos alumnos de los mismos).

Segunda Sección: Proyección social de la formación universitaria de las personas mayores.

Las aportaciones y conclusiones de esta segunda Sección:

1. El fomento en los Programas Universitarios para Personas Mayores de la intergeneracionalidad que traerá como consecuencia una mayor comprensión, por parte de los mayores, de los problemas que afectan a los jóvenes y viceversa.
2. La integración de los mayores en la sociedad actual a través de esta formación, cuyo acceso al conocimiento les proporciona una mayor tolerancia y les faculta para una mayor comprensión de la problemática de otras minorías y otras culturas, por ejemplo la inmigración, lo que conlleva una visión más tolerante de una sociedad llena de retos.
3. Los alumnos mayores son conscientes de lo que les aporta la formación recibida en la Universidad, existiendo un importante número de ellos dispuestos a participar en acciones de proyección social, devolviendo lo que han recibido como un bien social.
4. El fomento del asociacionismo que contribuye al desarrollo de una sociedad democrática, incidiendo en sus valores cívicos.
5. Crear una red de contactos que aúnen a los alumnos de estos programas universitarios con iniciativa social y a los equipos que coordinan dichas actividades, y que posibiliten crear grupos de trabajo conjunto entre los mayores, los jóvenes y las instituciones interesadas.
6. Poner en marcha “prácticas universitarias” para personas mayores al finalizar los programas de estudio para que puedan colaborar en actividades sociales.

Sección Tercera: Proyección social en el entorno universitario de las personas mayores.

En esta Sección se han destacado como beneficios importantes de la formación universitaria para personas mayores: el aumento de la calidad de vida, la mejora de la salud y del bienestar psicológico, la mayor integración social y familiar, así como la utilización de las nuevas tecnologías que permiten ampliar las posibilidades en el aprendizaje.

Las conclusiones en esta Sección han girado en torno a dos ámbitos de análisis de la proyección social: el universitario y el social propiamente dicho.

En el ámbito universitario, a partir de las ideas expuestas, se ha llegado a las siguientes conclusiones:

1. Potenciar en los cursos para personas mayores la metodología universitaria para asimilarlos lo más posible a los cursos reglados.
2. Fomentar en estas enseñanzas para mayores los trabajos de investigación que benefician a los alumnos, a la propia universidad y a la sociedad en general.

En el apartado referido al ámbito social, se proponen las siguientes conclusiones:

1. El asociacionismo formado gracias a los programas universitarios ayuda a mantener la vinculación de los alumnos que acaban su proceso formativo con la universidad.
2. El voluntariado, a través o no de estas asociaciones, como forma de abrir la universidad a la sociedad, además de posibilitar cauces de participación, implicación y compromiso.
3. El acercamiento y acceso de las personas mayores del ámbito rural a la formación universitaria, a través del compromiso de los Ayuntamientos, colaborando en la financiación de los mismos.

La Sesión Plenaria del Encuentro trató de establecer un marco general de conclusiones a partir de las diversas aportaciones realizadas en las tres ponencias, en el panel de expertos, así como las propuestas realizadas por los participantes. El Secretario del Encuentro propuso elaborar las conclusiones en torno a cuatro ejes clave que han justificado la celebración de éste: políticas sociales, políticas educativas, financiación y proyección social.

Las conclusiones presentadas han sido las siguientes:

1. Políticas sociales

Los aspectos claves en torno a los que han girado las distintas aportaciones respecto a las políticas sociales relacionadas con la formación universitaria de personas mayores han sido:

* El necesario apoyo de las administraciones sociales a estas iniciativas universitarias para favorecer la integración plena de las personas mayores en la sociedad.
* La homogeneización (no uniformización) de los programas universitarios y su regulación por las administraciones educativas.
* El mantenimiento de esta formación universitaria para personas mayores, para su propio crecimiento y desarrollo personal, así como para su integración social a través del conocimiento, de las relaciones interpersonales e intergeneracionales que en el marco de la universidad se realizan.

A modo de conclusiones se propusieron en este apartado:

1. Destacar las mejoras personales, sociales y sanitarias que proporciona la formación universitaria a las personas mayores que pueden acceder a ella.
2. Procurar una formación tendente a favorecer el desarrollo personal, integrado en el derecho universal a la educación, que también comprende a las personas mayores en el marco de la formación a lo largo de toda la vida y del aprendizaje permanente; la integración social a través de la participación y de las relaciones interpersonales e intergeneracionales.
3. El necesario apoyo de los servicios sociales a través de becas o de otros procedimientos para que las personas mayores que lo deseen no sean excluidas por motivos económicos o de otro tipo de esta formación que proporciona la universidad, al igual que se hace con otras ofertas de ocio, culturales, de apoyo a la discapacidad, etc.

2. Políticas educativas

Se parte de la idea de considerar la formación universitaria para personas mayores como un derecho consagrado tanto por las Naciones Unidas y otros Organismos Internacionales, como por nuestra Constitución de 1978 que consagra el derecho universal a la educación, sin que pueda ser restringido por ninguna causa o motivo, ni por razones de edad.

Los aspectos claves en torno a los que han girado las diferentes intervenciones sobre la políticas universitarias para personas mayores han sido:

* Apostar claramente por el reconocimiento de la dimensión educativa de la formación universitaria para personas mayores, integrando en las administraciones educativas y en la universidad esta formación.
* La propuesta de la regulación de este tipo de formación por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), así como el necesario desarrollo legal a partir de la Ley Orgánica de Universidades (LOU) para conseguir la integración plena de esta formación y de las personas mayores en las estructuras universitarias.
* Considerar la formación como una forma muy adecuada para la integración de las personas mayores en la sociedad del siglo XXI, al igual que para los restantes sectores de la sociedad, encarando así con mayores y mejores posibilidades los problemas de la sociedad de la información y del conocimiento.

Se proponen como conclusiones en este apartado, las siguientes:

1. Elaboración de una regulación básica de la formación universitaria para personas mayores por parte del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como el desarrollo de la misma por las Comunidad Autónomas.
2. Regulación de la formación universitaria desde la perspectiva de la formación a lo largo de toda la vida y abrirla a todo tipo de enseñanzas universitarias en el marco europeo de la educación superior.
3. Regulación del acceso a todo tipo de estudios universitarios para las personas mayores, incluidas las enseñanzas conducentes a títulos oficiales, a quienes a través de esta formación específica o de otros sistemas acrediten estar preparados para cursarlos.
4. Establecimiento de enseñanzas universitarias para personas mayores por parte de las propias universidades en el marco de la autonomía universitaria.
5. Incorporar la investigación y la evaluación como instrumentos y medios imprescindibles para la formación universitaria de personas mayores, para la universidad, así como para la propia sociedad.

3. Financiación

En este apartado se destacan como aspectos claves conseguir una financiación estable de estas enseñanzas, incluyéndolas en los presupuestos universitarios que desde las Consejerías de Educación se aprueban para las universidades públicas; trabajar en el marco de la autofinanciación y co-financiación de estas enseñanzas a través de la colaboración de las administraciones sociales y sanitarias, ayuntamientos, etc., mediante becas u otros procedimientos.

Se proponen como conclusiones en este apartado:

1. Búsqueda de una financiación estable integrada en los presupuestos universitarios a través de contratos-programa con las Comunidades Autónomas u otros procedimientos, considerando el número de alumnos, los créditos impartidos, la docencia necesaria, las infraestructuras, organización, etc.
2. Búsqueda de autofinanciación y co-financiación, implicando a las diferentes administraciones (central, autonómicas y locales), así como a otras instituciones públicas o privadas.
3. Financiación a través de las tasas universitarias, acompañadas de un sistema de becas como para el resto de las enseñanzas, tanto de las administraciones educativas como de las sociales y sanitarias.

4. Proyección social

En este apartado se destacan como ideas claves, la implicación de las personas mayores en la vida social y comunitaria, la participación, la proyección de saberes, experiencias y valores de las personas mayores en los entornos social y universitario. También se propone la máxima implicación posible de las personas mayores en la participación social y en el compromiso activo con los procesos sociales de toda índole.

En este apartado, se proponen como conclusiones:

1. Búsqueda de cauces de participación e implicación de las personas mayores en los procesos sociales.
2. Fomento de las relaciones interpersonales e intergeneracionales en el marco universitario.
3. Proyección de las personas mayores en la sociedad, a través de cauces como el asociacionismo, el voluntariado, la participación en organizaciones representativas, etc.
4. Asumir mayores cuotas de responsabilidad en las organizaciones políticas, sindicales, sociales, etc.; y de participación, dada la importante franja de personas mayores en relación con el resto de la sociedad.
31. Implicación de las personas mayores en los procesos de decisión de las diferentes administraciones, utilizando para ello los cauces representativos existentes.
5. Proyección de la formación universitaria para las personas mayores al ámbito rural con las necesarias adaptaciones, para que no queden excluidos del conocimiento y de la cultura, con especial implicación de las diputaciones provinciales y ayuntamientos.
6. Búsqueda plural de fórmulas que favorezcan un envejecimiento activo que beneficia a las propias personas mayores y al conjunto de la sociedad a través de la formación, del ocio y de la cultura, así como de cauces para el trabajo a quienes estén interesados en ello.

Finalmente, en el desarrollo de la Sesión Plenaria se aportaron algunas ideas y propuestas que recogemos a continuación:

* El reconocimiento oficial de estas enseñanzas y de esta formación.
* La creación de una red-asociación hispano-americana, integrada por todas las universidad que contando con este tipo de formación puedan estar interesadas.
* El protagonismo de los Ayuntamientos como administración más próxima a los ciudadanos a través de la idea de “ciudades educadoras”.
* La importancia que las personas mayores tienen por su número en los procesos electorales, haciéndola valer para mejorar la situación de las mismas en todos los ámbitos de la vida personal y social.
* Instar al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, a través de propuestas concretas, para que se regulen estas enseñanzas, así como la integración plenas de las personas mayores en la universidad.
* La difusión de estos programas universitarios, dado el escaso conocimiento de los mismos por importantes sectores de la sociedad.
* La creación de cauces eficaces para el desarrollo del voluntariado, así como la “inserción laboral” de las personas mayores en actividades y trabajos a la medida de sus posibilidades.
* La integración plena de estas enseñanzas y de los alumnos mayores en la universidad para que puedan participan con plenos derechos en el órganos representativos de ésta.
* El fomento del asociacionismo y la participación a través de los cauces representativos que ya existen o de otros que se pudieran crear.
* La promoción dentro de las universidades de la información a los alumnos jóvenes, la programación y oferta de actividades conjuntas como medida para un mejor integración y desarrollo de las relaciones intergeneracionales.
* La creación de grupos de trabajo, de las universidades, asociaciones de alumnos mayores, etc., para presentar propuestas concretas que materialicen las conclusiones de este Encuentro y se eleven a las autoridades correspondientes.